Día 7 - 13/06/2015
Pto. del Pontón - La Vegadona
Pto. del Pontón - La Vegadona
Partiremos desde el Puerto de Pontón (1.296) dirección Oeste para ir ascendiendo hasta alcanzar la cumbre del Pico Pozua (1.911). Después de alcanzar la cumbre volveremos a descender hacia el Norte para llegar a un collado situado a unos 1.626 metros en el cual algunos los que vayan a optar por la opción de dormir en refugio pueden ir dirección Oeste siguiendo una pista que los llevara hasta el pueblo de Polvoredo (también podrán hacerlo más adelante) .
En el collado toca ya subir de nuevo para el Pico de Valdegarcia (1.715) pudiéndose rodear este también por su lado de la izquierda. Ya solo es seguir el cordal dirección Oeste para pasar cerca del Pando de Becenes, lugar donde hay otra pista que desciende hasta Polvoredo. Ya girando hacia el Norte nos acercaremos para pasar junto a Peña Prieta (1.748) , que en el mapa viene con el nombre de Peña Negra. Para subir a ella es de ida y vuelta, pudiéndose saltar subir a ella quien quiera. Este será el último pico que podrán hacer los que no han elegido la opción de vivac y tendrán que bajarse en este punto al pueblo de Polvoredo.
La siguiente cima que ya solo harán aquellos que elijan la opción de vivac, será la que realmente se llama Peña Negra (1.849) y que tendremos que pasar obligatoriamente por ella. Nos quedara entonces ir descendiendo por el cordal primero dirección Oeste y luego Norte para pasar por la ultima cumbre del día, que será Peña Mora (1.854). Desde Peña Mora iremos hacia el Oeste un rato hasta alcanzar un collado donde girando hacia la derecha bajaremos por una canal ancha y sin dificultades hasta la Vegadona. (1610) , que será nuestro lugar de vivac.
El horario previsto de salida será a las 6:00 de Santander y 6:30 de Torrelavega.Mapa
Perfil de la Marcha (Color Azul) ( 13 km - 1300 mts. - 8 horas)
Pto. del Pontón La Vegadona
Marcha Opcional B (Color Rojo) (14 km - 940 mts. - 7-8 horas )
Pto del Pontón Polvoredo
Variante a Polvoredo (Color Amarillo) (11 km - 660 mts. - 6 horas)
Pto del Pontón Polvoredo
Antes de comenzar con la crónica, queremos felicitar a todos aquellos, que ocurriendo que hoy en día parece que lo importante es subir y bajar muchos picos en el menor tiempo posible, han decidido todo lo contrario, colgarse en la espalda una pesada mochila para estar dos días haciendo montaña durante muchas horas y con un paso tranquilo.
Como va a ser tónica habitual durante unas cuantas salidas de la Transcantábrica, la hora de salida en Santander será a las 6 de la mañana, haciendo después las paradas en Torrelavega y en Llanes. Añadiendo en esta ocasión un punto más de recogida para que se montaran unos compañeros del Club Peña Trevinca de Vigo.
Después de todo el proceso de recogida de participantes y la parada de 15 minutos en Cangas de Onis para comprar el pan, siendo las 10 de la mañana y estando en el Puerto del Pontón (1.296) comenzamos otra etapa de la Travesía del Norte.
Puerto del Pontón
Nada más empezar por la mañana nos tocaba un "aperitivo" de unos 600 metros de desnivel . Cosa que de manera prematura haría recordar a los que llevaban mochila de travesía, la diferencia de cargar con ella respecto a la que suelen usar cuando son marchas de un solo día. Era el momento de mentalizarse que hay que bajar la velocidad y gestionar bien las fuerzas, pues por delante de nosotros había un recorrido de unos 1500 metros de desnivel y 15 kilómetros de distancia, y que nos llevarían a la mayoría unas 8 horas caminando.
El comienzo de la subida era por un bonito bosque de hayas. Estos bosques son agradecidos para caminar por ellos ya que suelen estar limpios de maleza. Así que fuimos durante un rato disfrutando de él mientras ganábamos altura y ya nos íbamos despojando de la ropa que ya empezaba a sobrar.
Ya ganada más altura pasamos del bosque de hayas a los brezos. Los cuales tendríamos hasta llegar a la cumbre del Pico Pozua. La subida por los brezos nos resulta más cómoda al lado del cercado que había, puesto que hacia poco tiempo que habían pasado con alguna maquina para limpiar una pequeña franja de terreno junto a él. Se agradece no tener que ir haciendo giros y mas giros para esquivarlos y tener un camino bien marcado, eso si, pagando con ello el subir más derechos y por tanto haciendo más desnivel en menor distancia.
Saliendo del bosque Pico Pozua al fondo
Como el camino al pico era claro y sin perdidas, el grupo se fue estirando, aunque en esta ocasión el orden en ese grupo no era el habitual porque entraba el factor del peso en esa formula, dándose el caso de encontrarse gente que anda mas despacio por delante de los que habitualmente lleva por delante en otras marchas.
Casi 2 horas nos llevo el coronar el primer objetivo el día. El pico Pozua con sus 1.911 metros de altitud iba a ser el más alto del día. Desde el pico podíamos contemplar todo el recorrido que nos quedaba por hacer tanto los de travesía como los que iban a descender al pueblo de Polvoredo para dormir en cama. Mientras explicábamos el recorrido cada uno iba reponiendo energías e hidratándose un poco.
Ahora tocaba perder parte de la altura que habíamos ganado hacia solo un rato, descendimos hasta la Collada Becenes (1.626) para hacer una peña pequeña que encontramos por el camino y después el Valdegarcía (1.715). Antes de subir a él, aquellos que por fuerzas o otras razones ya tenían pensado bajar a Polvoredo, se desviaron en busca de una pista que se veía por el medio del valle, la cual los llevaría hasta el pueblo sin salirse de ella.
Picando algo en el Pico Pozua (1.911)
Nosotros continuamos por el cordal después del Valdegarcia sobre la 1 del mediodía, había que seguir una serie de lomas que subían y bajaban a veces entre brezos otras entre escobas y también pequeños trozos de bosque que había. Aquí el grupo se iba estirando cada vez un poco más debido a que algunos decidían subir todas o algunas de las lomas y otros en cambio optaban por rodearlas, aunque había algunas como el Monte Ricayo o Pando de Becenes (1.654) que no lo saltábamos. Todo fue así hasta llegar a otro pequeño objetivo del día, que aunque pequeño no significara que se subía fácilmente, eran unos 50 metros de buena pendiente. Era el Peña Prieta (1.748), evidentemente no era nuestro Peña Prieta, sino otra que se encuentra allí y se llama de la misma manera. Eran las 2,30 del mediodía.
Collada Becenes Pico Pozua al fondo
Ahora se bajaba a un collado (1.665) situado entre Peña Prieta y Peña Negra. Este era el punto de retorno de los últimos que bajarían hacia Polvoredo. Ellos subieron a Peña Negra (1.849) y después volviendo al collado y después de comer, comenzarían el descenso hacia le pueblo de Polvoredo. En el collado también comieron algunos de los hacían travesía, mientras otros prefirieron ascender Peña Negra y comer arriba, dos opciones validas tanto una como otra puesto que al final estábamos todos juntos arriba de nuevo sobre las 4 de la tarde.
Peña Negra (1.849)
De peña Negra se iba a ir descendiendo por una pequeña cresta hasta rodear una pequeña peña por la izquierda y tomar un sendero que nos iba a dirigir a la última cumbre del día. En el sendero junto a la altura de la Collada de Valdemagán todos aquellos que iban justos de agua podían rellenar sus cantimploras, había un manantial para el que era necesario coger el agua con un pequeño cazo para no enturbiar el agua fresca que surgía de el.
Aprovisionando agua Caminando hacia Peña Mora
Después de recorrer el camino, todo consistía en ir subiendo por una ancha canal y desviarse luego a la izquierda y acabar de coger la parte alta del cordal. En este punto teníamos una vista del recorrido hecho durante el día, sorprendiéndose algunos desde donde veníamos. Comenzamos a dirigirnos ahora hacia la izquierda por toda la cresta y así coronar Peña Mora (1.876) poco después de las 5 de la tarde. Ya estaba hecho el día, quedando solo terminar de recorrer la crestería completa dirección Este hasta acabar en una gran explanada conocida como la Hondonada (1.603) que iba a ser nuestro lugar para dormir compartiendo la zona con el ganado que pastaba en ella.
Peña Mora (1.876)
Eran las 6 de la tarde y ahora quedaba por elegir el lugar donde dormir. Aquellos que llevaban tienda se aseguraban el no pasar mala noche por el mal tiempo si se daba el caso, aunque eso a su vez lleva el contratiempo de cargar con más peso durante los dos días. Otros en cambio, habían decidido traer un plástico o toldo para este menester y los más sofisticados, una funda de vivac, que hace mejor función y el peso es parecido. De todos modos, si el tiempo hubiera sido muy malo, teníamos el comodín de la cabaña que se encuentra en la Vega de Arcenorio, la cual hubiera sido un buen refugio.
Llegando a la vega
Después de terminar de preparar las cosas para dormir, todos nos dedicamos a descansar o caminar un poco sin peso para relajarnos. Había un abrevadero en la Campa que nos suministraba el agua suficiente para preparar la cena y el desayuno, así como para llenar el agua necesaria para el siguiente día.
Para la cena uno se podía encontrar de todo, los mas cómodos optaron por subir un bocadillo, mientras que otros aprovecharon para hacer sopas y pastas, las cuales pesan poco y son buen alimento. También se pudieron comer algunasexquisiteces como pollo escabechado o arroz con leche casero. Después de la cena nos dedicamos a pasar un rato entretenido contando anécdotas de cosas ocurridas en la montaña y fuera de ella. Tampoco pudieron faltar los chistes, gracias a aquellos que con su buena memoria los recuerdan y saben contar. Y todo ello mientras dábamos buena cuenta de las petacas de distintos licores que aparecían en los bolsillos de algunos.
Algunos siendo las 9 o así, se acostaron ya a dormir y poco a poco iban retirándose los componentes del campamento para encontrarse con Morfeo. Aunque ya en el momento que oscureció bastante, los últimos tertulianos se retiraron a dormir también y el único ruido que había en la explanada era el sonido de las vacas y también algún ronquido que otro.
Los que optaron por bajar al pueblo de Polvoredo (1.300), después de irse separando del grupo de travesía. Tuvieron un como y tranquilo descenso hasta el pueblo. Pararon para comer en una cabaña que había junto a la pista pudiendo sentarse para comer y contemplar la tranquilidad del monte. Luego en el pueblo había un pequeño bar donde se agradecía tomar algo fresco mientras iban terminando de llegar todos los grupos pequeños que se habían ido formando.
El autobús los llevo a todos al pueblo de Liegos y allí cada uno se dirigió al lugar elegido para dormir. Los que optaron por refugio se fueron a el y los que optaron por alojarse más cómodos en la casa rural se fueron a ella.